La reposición de cachorras es un aspecto clave en la industria porcina, ya que garantiza la continuidad del ciclo productivo y la mejora genética del rodeo. En este artículo, abordaremos la importancia de la selección adecuada de cachorras, el manejo sanitario óptimo y el enfoque integral del manejo para asegurar un crecimiento saludable y un rendimiento reproductivo óptimo. Además, evaluaremos la relación entre los días de vida y el peso al primer servicio, destacando su relevancia en el éxito de la reposición de cachorras.
Selección de cachorras
La selección apropiada de cachorras es un paso crucial en el proceso de reposición. Es esencial evaluar tanto la genética como las características individuales de las cachorras para garantizar una progenie de calidad. Según Smith et al. (2019), la elección de cachorras provenientes de líneas maternales y paternales con buenos índices de crecimiento y resistencia a enfermedades es fundamental para un buen rendimiento. Además, se deben tener en cuenta aspectos como el temperamento, la conformación corporal, la estructura ósea y la ausencia de defectos congénitos.
Edad y peso al primer servicio
La relación entre los días de vida y el peso al primer servicio es un factor determinante en la selección de cachorras a reponer. Las cachorras deben alcanzar un peso mínimo recomendado antes de ser sometidas al primer servicio, lo que se relaciona directamente con su desarrollo y capacidad reproductiva futura. Un peso insuficiente al momento del primer servicio puede afectar la tasa de concepción y la eficiencia reproductiva. Por otro lado, un peso excesivo puede llevar a dificultades durante el parto y una mayor incidencia de problemas de salud. Según García et al. (2018), establecer criterios claros de peso objetivo y seguir un programa de alimentación adecuado es esencial para garantizar el crecimiento y desarrollo óptimos. Estos objetivos deben estar basados en un análisis de datos y registros, que permitan tomar decisiones acertadas para maximizar el rendimiento reproductivo.
Tabla 1. Edad y peso al primer servicio según líneas genéticas
*Valores promedios, según manuales de cada genética online 2023
Plan sanitario
La sanidad es un componente fundamental en la reposición de cachorras. El uso de vacunas específicas y la implementación de un programa de salud preventiva contribuyen a reducir la aparición de enfermedades y mejorar el bienestar general de las cachorras. Según Thompson et al. (2021), la vacunación contra enfermedades como el síndrome respiratorio y reproductivo porcino (PRRS), el virus del parvovirus porcino (PPV) y el Micoplasma hyopneumoniae es esencial para prevenir infecciones y mantener una buena salud respiratoria.
Además, se deben realizar pruebas diagnósticas regulares para detectar y tratar tempranamente enfermedades infecciosas o parasitarias. Según Johnson et al. (2022), implementar un protocolo de cuarentena para nuevas cachorras y mantener una buena higiene y desinfección de las instalaciones es crucial para prevenir la introducción y propagación de enfermedades en la granja.
Manejo integral
El manejo integral de las cachorras abarca varios aspectos, desde el alojamiento hasta la alimentación y la monitorización del crecimiento. Según Roberts et al. (2017), proporcionar un ambiente adecuado con suficiente espacio, ventilación adecuada y pisos antideslizantes es fundamental para prevenir lesiones y estrés en las cachorras.
La tasa de reposición anual de las F1 debería de ser de un 45 a 50% y de la línea abuelas de un 55 a 60%. El objetivo es mantener el ritmo de reposición en las 52 semanas del año.
El comienzo de la estimulación de la hembra es otro aspecto de vital importancia, teniendo como guía los siguientes parámetros:
- Edad y comienzo con el estímulo.
- Cantidad y tiempo de retajeos al día.
- Rotación de machos.
- Registro de los celos manifestados.
- Manejo de hembras acíclicas.
Alimentación: ¡no estamos engordando capones!
Es importante contar con un programa de alimentación balanceado y adaptado a las necesidades de las cachorras. La cachorra es el futuro de nuestra granja, los índices productivos a mediano y largo plazo dependen de ella.
Durante los primeros días de vida, las cachorras dependen principalmente de la leche materna para obtener los nutrientes necesarios. Según Brown et al. (2019), asegurar una correcta lactancia, garantizando que las cachorras tengan acceso a la ubre de la cerda y que esta cuente con una buena producción de leche, es crucial para su desarrollo inicial.
A medida que las cachorras crecen, se debe introducir gradualmente una alimentación sólida complementaria. La dieta debe ser equilibrada y rica en nutrientes, con un balance adecuado de proteínas, carbohidratos, grasas, vitaminas y minerales.
Es recomendable utilizar piensos específicos para el crecimiento y desarrollo de las cachorras, siguiendo las recomendaciones de un nutricionista especializado. Monitorear el consumo de alimento y ajustar la cantidad y calidad de la dieta según sea necesario es fundamental para mantener un crecimiento constante y saludable.
A partir del destete de la futura madre el objetivo NO es producir kilos de carne, sino desarrollar una madre de buena conformación ósea y muscular, aplomos y pezuñas, de glándula mamaria y ovarios, así apuntando a una mayor longevidad y productividad a lo largo de su vida reproductiva.
Conclusiones:
La reposición de cachorras es un proceso crítico en la industria porcina que requiere un enfoque integral y cuidadoso. La selección adecuada de cachorras, el manejo sanitario riguroso y el enfoque de la nutrición en cada etapa de su crecimiento y desarrollo son factores determinantes para asegurar el éxito de la reposición. La relación entre los días de vida y el peso al primer servicio es un indicador valioso para evaluar el desarrollo de las cachorras y su capacidad reproductiva. Como veterinarios técnicos, debemos basar nuestras decisiones en la evidencia científica y las mejores prácticas, buscando siempre la mejora continua y el bienestar animal.
*Referencias disponibles a su solicitud.