¿Qué es el calostro?
El calostro es un líquido rico en nutrientes secretado por la glándula mamaria de los mamíferos después del parto y durante las primeras 24 a 48 horas posparto, antes de cambiar a leche madura.
La producción de calostro y leche por parte de la cerda es el principal factor limitante que afecta la supervivencia, el crecimiento y el desarrollo de los recién nacidos. Ambas secreciones son fluidos biológicos complejos que contienen una serie de macro y micronutrientes, así como factores protectores, vitaminas y sustancias bioactivas (inmunoglobulinas, enzimas y factores de crecimiento), que juegan un papel importante en el desarrollo gastrointestinal temprano.
En comparación con la leche madura, el calostro es un fluido denso y espeso, de color amarillento, que se caracteriza por una menor concentración de lactosa (3-5%) y grasa (5-8%), pero un mayor porcentaje de materia seca (18% a 28%), proteína (5% a 17%) y agua (75%). Posee una densidad de 1,05 a 1,07 gr/ml y un pH alrededor de 6. Además, contiene otros glúcidos, células inmunológicas y células epiteliales mamarias.
Estudios previos han informado que los niveles de macronutrientes y las concentraciones de inmunoglobulina total en el calostro y la leche de las cerdas varían entre las razas y están influenciados por muchos factores, como la nutrición, número de partos, control endócrino, estado de salud de la cerda y condiciones ambientales.
Uno de los componentes más importantes del calostro: las inmunoglobulinas
Dentro del contenido de proteínas que caracterizan al calostro, se encuentran principalmente inmunoglobulinas, albúmina y caseínas. Los tres tipos de inmunoglobulinas presentes son IgG, IgA e IgM, siendo la concentración de IgG la de mayor predominancia, ocupando un 60 a 75% de la totalidad. El origen de las inmunoglobulinas puede ser la sangre materna o la síntesis en la glándula mamaria, dependiendo del tipo. Así, en el caso de la IgG el 100% de su concentración proviene de la sangre materna, para el caso de la IgM el 85% de su concentración proviene del suero sanguíneo, mientras que en el caso de la IgA solo el 40% de su concentración proviene del suero y el 60% restante se sintetiza en la glándula mamaria.
En general, las cerdas multíparas poseen un mejor estatus de inmunoglobulinas que las primíparas (obteniendo mejor calidad de calostro), lo cual puede ser explicado por una exposición más prolongada a diversos antígenos. En la siguiente tabla se observa cómo influye el número de parto sobre la concentración de Inmunoglobulinas:
Tabla 1: impacto del número de parto en la cerda y la concentración de inmunoglobulinas en el calostro, concentración mg/ ml.
Composición del calostro durante las primeras horas después del parto
Muchos componentes del calostro, entre ellos las inmunoglobulinas, cambian con el tiempo y, en términos de composición se lo puede dividir en tres fases: calostro temprano (0 h), medio (12 h) y tardío (24 h). Así, las concentraciones de inmunoglobulinas van disminuyendo a medida que pasan las horas luego del parto. Esto es muy importante, ya que determina la calidad de calostro que recibe el lechón. Consecuentemente, los lechones que reciben la cantidad adecuada de calostro durante las primeras 12 horas, recibirán un calostro realmente rico en inmunoglobulinas y de buena calidad.
Figura 1: Concentración de inmunoglobulinas (mg/ml) en el calostro desde el parto hasta las 72 horas posparto
El calostro se encuentra continuamente disponible durante las primeras 24 horas posparto, las primeras eyecciones de calostro son poco espaciadas (5 a 30 minutos) y relativamente largas (aproximadamente 4 minutos) comparadas con la leche, que solo dura segundos. Con el correr de las horas las eyecciones devienen más espaciadas y cortas, siendo estimuladas por el llamado de la cerda. En resumen, las primeras 3 horas la producción de calostro es a discreción y pasadas las 10 horas posparto estas se sincronizan cada 30 minutos, para luego ya pasar a ser cada una hora.
¿Cuánto calostro debe consumir el lechón?
La cantidad de calostro producida es específica para cada cerda, y, en términos generales, las primíparas producen menor cantidad que las cerdas adultas; una cerda produce como media 3,5 kg de calostro, oscilando entre 1,9 kg a 5,3 kg.
En condiciones naturales, la cantidad total de calostro consumida en las primeras 24 horas, es de alrededor de 300 gr/lechón de 1,3 a 1,4 kg de peso (arrojando un consumo promedio de 214 a 230 gr/kg de peso vivo). Este consumo puede ser variable dependiendo de la aptitud del lechón para acceder a la mama y extraer adecuadamente el calostro. Sin embargo, se considera que, para sobrevivir, un lechón debe consumir al menos 200 g/kg de peso vivo.
Cabe mencionar que la vitalidad (vigor o fuerza física) afecta directamente la capacidad del lechón para acceder a la mama y por lo tanto a la toma de calostro. Por su parte, el lechón no consume la misma cantidad de calostro en cada toma, si no que la cantidad ingerida se reduce con el correr del tiempo para estabilizarse a lo largo de las primeras 24 horas. Durante las 2 a 3 primeras horas de vida el consumo varía entre 50 y 70 gr de calostro/ kg de peso, lo que significa mas del 25% de la totalidad del calostro consumido. Luego, la duración del flujo de calostro en cada mamada es de solo 20 a 30 segundos. El lechón necesita de cada uno de esos segundos para consumir entre 20 y 30 gr producidos en cada teta funcional.
Si tenemos en cuenta los mecanismos de eyección del calostro y de consumo de este por parte del lechón sumado a la variación de su calidad en la medida que avanza las horas post parto, comprenderemos la importancia que tiene el inicio rápido del proceso de calostrado luego del nacimiento.
Importancia del buen calostrado
Dada las características de la placenta de la especie porcina y en la dificultad que tienen las inmunoglobulinas para pasar a través de ella durante la gestación, el lechón nace sin protección inmunitaria. Este déficit inmunitario se suma un déficit energético, ya que, los depósitos de energía del lechón, que son almacenados bajo la forma de glucógeno y que serán utilizados para los procesos metabólicos y de termorregulación, tienen una autonomía de 18 a 20 horas.
En consecuencia, el lechón debe adquirir una cobertura inmunitaria y satisfacer sus necesidades energéticas, de termorregulación y crecimiento en el menor tiempo posible. En ese contexto, el consumo de calostro, rico en energía e inmunoglobulinas representa un elemento vital para la sobrevida del lechón; ya que por un lado aporta componentes tales como inmunoglobulinas y leucocitos para la inmunidad pasiva y factores de crecimiento que ayudan a la maduración y crecimiento celular del intestino y, por el otro, aporta ácidos grasos como fuente de energía.
Más del 50% de las muertes de animales que nacen con bajo peso y más del 65% de las muertes de lechones que ocurren dentro de los primeros 3 días de vida están asociados a un insuficiente consumo de calostro, incapacidad de regulación energética y posterior aplastamiento (Tabla 2).
Tabla 2: Influencia de la ingesta de calostro en la supervivencia e inmunidad del lechón
En un estudio realizado por Decaluwé et al, 2014 se demostró que la tasa de mortalidad fue mayor para los lechones con un peso de nacimiento menor a 1 kg y un consumo de calostro/kg de peso vivo menor a 160 gr. En conclusión, el estudio demostró que la ganancia diaria de peso de los lechones y la supervivencia hasta el destete se asocia positivamente con el peso al nacer, la ingesta de calostro por kg de peso al nacimiento y negativamente con el tiempo entre el nacimiento y la primera succión.
Conclusión
En la especie porcina las primeras 72 horas de vida, constituyen una etapa donde se registran el mayor porcentaje de pérdidas productivas. Existen causas directas e indirectas que relacionan este porcentaje de pérdidas con una inadecuada ingesta de calostro. Por tal motivo, una correcta ingesta de calostro es vital para:
- Cubrir las necesidades energéticas de termorregulación que debe lograr el lechón al nacimiento.
- Recibir una adecuada transferencia de inmunidad pasiva.
- Promover el desarrollo y crecimiento del aparato digestivo del lechón, el cual es clave para su posterior performance productiva.
*Referencias disponibles a su solicitud
M.V. María Victoria Cicarelli – Técnico Comercial Nutrifarms